Convergencia de las Ruedas: ¿Qué es y Cómo afecta a la Conducción?

El comportamiento de los vehículos está determinado por múltiples factores que deben trabajar en equipo, coordinados, para que todo funcione correctamente. La configuración de la suspensión es uno de estos factores que influye en el comportamiento de un vehículo y a su vez, está influenciada por otros como el camber o ángulo de caída de la suspensión y la convergencia de las ruedas.

La suspensión de un vehículo tiene como objetivo absorber las irregularidades del firme por el que circula el vehículo, actuando entre el chasis y las ruedas del coche, para que estas estén en las mejores condiciones para mejorar la comodidad, fuerza y el control y tracción de un vehículo.

La convergencia de las ruedas es la dirección o ángulo que cada rueda tiene en relación al eje longitudinal del vehículo. Todo el conjunto de la suspensión tiene como objetivo colocar las ruedas en las mejores condiciones en contacto con la superficie para que la tracción y la fuerza se transmitan correctamente.

Tipos de convergencia

Existen dos tipos de convergencia de los neumáticos: convergencia positiva o cerrada y convergencia negativa o abierta. Cada uno tiene sus características y sus pros y contras, por eso vamos a conocer todos los detalles para saber cuál es la convergencia más adecuada en cada caso para poder ajustar la convergencia del coche adecuadamente.

convergencia ruedas

Convergencia positiva

La convergencia positiva es en la que las zonas delanteras de las ruedas apuntan hacia dentro, en forma de flecha. De ahí que se llame convergencia positiva o cerrada.

Convergencia negativa

Por el contrario, en la convergencia negativa o divergencia de las ruedas, la parte adelantada de las ruedas apunta hacia afuera, en forma de V. Por eso también se conoce como convergencia abierta.

Cómo afecta al coche una convergencia positiva o negativa

Las ventajas de la convergencia positiva son una mejor estabilidad en las frenadas y mejor entrada en curvas. En general, se obtiene una conducción más estable y más agarre lateral. Por el contrario, la convergencia positiva empeora la estabilidad en las rectas, reduce ligeramente la adherencia en el interior de curvas y aumenta el sobreviraje.

La convergencia negativa tiene como ventajas la mayor estabilidad en las rectas, mejor adherencia en las curvas (especialmente en las salidas) y reduce el sobreviraje. De nuevo, como desventajas, la convergencia negativa o cerrada tiene una menor adherencia al entrar en curvas.

En ambos casos, el sobreviraje afecta en la convergencia de los neumáticos traseros y el resto de características tienen que ver con la convergencia automotriz en los neumáticos delanteros. Además, los ángulos elegidos deben estar muy bien estudiados para no ser exagerados.

¿Cuándo es necesario una revisión de la convergencia?

Si los ángulos de la convergencia de las ruedas no están bien seleccionados, es inevitable que se empiecen a detectar problemas en el vehículo y en la conducción. Además, los baches de las carreteras o badenes, los golpes en las ruedas y las suspensiones en mal estado pueden ir alterando la convergencia de las ruedas.

El primer signo de que las convergencias no están bien es el desgaste de los neumáticos. Si las ruedas presentan zonas desiguales y se ha hecho un correcto mantenimiento en cuanto a presión de aire, podría ser un problema de los ángulos.

La segunda muestra de problemas con la convergencia de las ruedas se aprecia durante la conducción en línea recta. Si el vehículo tienda a irse hacia un lado o si tras una curva el volante no se endereza bien, hay que hacer una revisión de la convergencia de las ruedas.